Situémonos: nos encontramos en Sótanos del Metropolitan State Hospital de Massachusetts. Primer laboratorio de conducta humana. Programa dirigido por Skinner y Solomon.
Debían ponerle un nombre, y temían que denominarlo "Laboratorio de Psicología Experimental" o "Laboratorio de Análisis Experimental del Comportamiento" pusiese en riesgo su nueva situación.
Así es como Lindsley se puso manos a la obra para buscar una solución.Creó dos listados de palabras comunes en Inglés, que pudiesen describir su trabajo de manera precisa y adecuada.
Para ello tuvo en consideración la opinión de pacientes, familiares y otros profesionales.
La primera lista organizaba los términos de mejor a peor, conforme describiesen y encajasen en su misión. La segunda los ordenaba de menos a más ofensivos.
Teniendo en cuenta esto, eligió finalmente "Studies in Behavior Therapy", y se lo expuso a Salomon y a Skinner.
Le dieron el OK (buen trabajo, Lindsley) y utilizaron la denominación para el laboratorio y para la solicitud de la subvención de la que dependían.
El 1955, el laboratorio marchaba viento en popa, y decidieron cambiarle el nombre por "Behavior Research Laboratory".
Lindsley afirma que ese fue el primer uso del termino "Behavior Research", y cuenta la siguiente anécdota:
'I remember when that name appeared in the Boston telephone book, callers would often exclaim, "Do you mean that you do research on behavior?"We would answer joyfully, "Exactly!".Their reactions confirmes that we had the right name for our laboratory'.
Esta historia la cuenta Lindsley en un articulo de 1991, publicado en el JABA (Journal of Applied Behavior Analysis), en el que propone una adaptación a lenguaje "llano" de la jerga técnica usada en el Análisis de Conducta (que queda para otro día, porque hay debate).
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